domingo, 22 de julio de 2012

Importancia de establecer horarios y hábitos en los niños/as


Muchos de los niños y niñas que han crecido sin una rutina diaria son difíciles de manejar a partir de los cuatro años. Cada vez supone un mayor esfuerzo para los padres y docentes tratar con ellos, cuanto ni más en la adolescencia.

Estos sujetos suelen caracterizarse por intentar probar hasta dónde pueden llegar y se les resisten tareas básicas como las de mantener orden en sus cosas, hacer sus tareas, recoger sus juguetes o intentar asumir las responsabilidades que se les asignen por parte de los adultos. 

Invertir un poco de tiempo en establecer una rutina diaria en edades tempranas traerá consigo una vida familiar, escolar y social más fácil en un futuro. Padres y madres tienen el deber de implicarse tanto en el establecimiento de las mismas como en vigilar su cumplimiento. De todos es bien sabido, que hay padres y madres que, debido a sus obligaciones laborales, y por falta de tiempo, delegan mucho en otras personas (canguros, abuelos, familiares, amistades...) a la hora de llevar a cabo cuestiones como estas. En realidad no lleva tanto tiempo y el resultado siempre es positivo.

Un ejemplo de horarios y hábitos infantiles puede ser el que aparece a continuación. 



"La rutina diaria es para los niños lo que las paredes son para una casa, les da fronteras y dimensión a la vida. Ningún niño se siente cómodo en una situación en la que no sabe qué esperar. La rutina da una sensación de seguridad. La rutina establecida da un sentido de orden del cual nace la libertad. (R. Driekurs)